Aplican la inteligencia artificial para mirar e interpretar las obras del Museo del Prado

Barcelona (EFE).- Investigadores del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) están entrenando modelos de inteligencia artificial (IA) para reconocer la simbología y el contenido de los cuadros del Museo del Prado e incluso detectar detalles que pasan desapercibidos al ojo humano.

El objetivo del proyecto FrAI Angelico es generar descripciones detalladas de las obras pictóricas del Museo del Prado que ayuden a entender mejor el patrimonio cultural e histórico de este museo.

Según ha informado hoy el BSC-CNS en un comunicado, después de un primer proyecto piloto, el reto es analizar toda la colección, con más de 35.000 obras de arte, de las cuales 8.000 pertenecen a uno de los fondos de pinturas más destacados de Europa, con cuadros de Velázquez, Goya o El Greco.

El Museo del Prado ya implementó en 2019 una lectura aumentada sobre los textos descriptivos de las fichas de obras publicadas en la web a través de un motor de Comprensión del Lenguaje Natural (NLU) que permite reconocer entidades y conceptos tratados en las mismas para facilitar una lectura contextualizada al usuario.

Ahora, con el apoyo del BSC, dará un paso más aplicando la IA para estudiar y difundir sus colecciones e implementará un sistema que facilitará reconocer objetos sobre las imágenes de las propias obras.

El jefe del Área de Desarrollo Digital del Museo del Prado, Javier Pantoja, ha recordado que con el NLU ayudaron a mejorar la comprensión de los textos explicativos de las obras gracias a la lectura aumentada, pero con el nuevo proyecto quieren apoyar “el trabajo de documentalistas y especialistas en el reconocimiento y descripción de objetos, figuras y tema de las obras”.

Los investigadores del BSC han desarrollado un modelo de IA de detección de objetos al que han entrenado con descripciones de miles de cuadros para que sea capaz de analizar de manera precisa el contenido de las pinturas del Museo del Prado, hasta el punto de detectar detalles u objetos que pueden pasar desapercibidos al ojo humano.

FrAI Angelico es un prototipo basado en la tecnología de un proyecto similar anterior, financiado por la Unión Europea, que se denominó “Saint George on a Bike”, coordinado por el BSC en colaboración con Europeana Foundation.

En la primera fase, se analizarán 25 obras, pero el objetivo es establecer una colaboración que permita estudiar todo el fondo del Museo del Prado.

Con el entrenamiento, los nuevos modelos son capaces de detectar objetos que son habituales en representaciones pictóricas del pasado, como una calavera, una corona de espinas, ángeles o demonios.

El siguiente reto es enseñar a estos sistemas de IA a interpretar conceptos abstractos en la pintura clásica europea, como que dos cuerpos desnudos más un ángel probablemente representan a Adán y Eva o una paloma acompañada de un ángel y una persona al Espíritu Santo.

“Con el proyecto FrAI Angelico buscamos también provocar una reflexión sobre el potencial de la IA para reconocer el pasado, la cultura o los símbolos”, ha señalado el investigador del BSC Joaquim Moré.

“Comparar el análisis de los nuevos modelos entrenados en el BSC con los resultados de otros sistemas actuales de reconocimiento de objetos es un ejercicio que nos invita a pensar sobre cómo miramos el pasado con los ojos del presente y aviva la fascinación que produce la contemplación de un cuadro y el descubrimiento de lo que no es aparente”, añade Moré.

Además, la posibilidad de que los sistemas de IA sean capaces de detectar los objetos que aparecen en los cuadros ayudará al Museo del Prado y a otras instituciones del sector del patrimonio cultural a describir y clasificar sus obras de arte de forma automática, lo que facilitará la interpretación del significado de las pinturas.

“Gracias a esta iniciativa se podrán analizar las pinturas, detectar objetos que el visitante no haya percibido, descubrir relaciones entre sus elementos o interpretar su simbolismo, crear exposiciones virtuales con pinturas relacionadas de cualquier parte del mundo, y servirá de base para una nueva forma de estudiar y comprender nuestro patrimonio cultural”, ha concluido la investigadora del BSC María Cristina Marinescu.